Muramasa, las katanas malditas prohibidas por los shogunes Tokugawa

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Un viejo dicho reza que la katana es el alma del samurái, un aforismo que hoy día entendemos en sentido figurado: los samuráis eran una casta militar y, por tanto, en sus armas residía su razón de ser. En el Japón antiguo, sin embargo, esta frase tenía un sentido más literal del que imaginamos: se creía que las espadas familiares, que pasaban de padres a hijos durante generaciones, estaban impregnadas por la esencia de cada uno de los guerreros que las habían empuñado. Un buen sable era algo más que un arma, eran piezas muy valiosas a las que se atribuía cualidades místicas y, en ocasiones, s

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