La trilogía de Sam Raimi aún es recordada por muchos como el mejor Spider-Man del cine, pero originalmente incluía la muerte de Gwen Stacy.
De alguna manera, la película de 2002 de Sam Raimi, Spider-Man, estableció el estándar para las superproducciones de superhéroes. Y parte de su éxito fue, además de la innovadora dirección de Sam Raimi y las notables actuaciones del elenco encabezado por Tobey Maguire, por el guión del escritor David Koepp. El trabajo de Koepp logró equilibrar la acción de una superproducción, personajes con una problemática real, y elementos extraídos del cómic respetándo